Panamá
Farruko extiende su visita en Panamá y se sumerge en su cultura: desde un show en Plaza 5 de Mayo y su visita a los Emberá, hasta un recorrido por La Nueva Joya.
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Creativo Digital
La reciente estancia de Farruko en Panamá ha demostrado ser mucho más que una simple visita de trabajo. Tras su participación en los Premios Juventud, el artista puertorriqueño extendió su agenda para sumergirse de lleno en la cultura, la escena musical y la realidad social del país, mostrando una faceta cercana y auténtica.
Su recorrido ha sido una mezcla de actividades profesionales y vivencias personales. Desde estudios de grabación hasta encuentros espontáneos en la calle, Farruko ha dejado claro que su vínculo con Panamá es profundo y genuino.
Uno de los primeros gestos del artista fue su respaldo al talento panameño. Farruko no solo ha estado trabajando en un nuevo EP con productores y artistas locales como Boza y Eddy Lover, sino que también sorprendió a todos con un concierto gratuito en la emblemática Plaza 5 de Mayo.
Acompañado por DJ Chiqui Dubs, y a pesar de la lluvia, ofreció una presentación en la que compartió tarima con talentos emergentes. Este acto reforzó su mensaje sobre la riqueza musical del país y la importancia de crear nuevos espacios para los artistas.
Dejando atrás el ritmo de la ciudad, Farruko se trasladó hasta la provincia de Colón para un encuentro cultural inolvidable. Allí visitó la comunidad Emberá Querá, ubicada a orillas del Lago Gatún, para aprender de primera mano sobre sus tradiciones ancestrales.
El artista participó con respeto en sus danzas, probó su gastronomía, como el pescado "patabedá", y compartió momentos que él mismo describió en sus redes como "viviendo y aprendiendo". Esta visita mostró su interés por la herencia cultural que define a Panamá.
La agenda del cantante también incluyó una visita al centro penitenciario La Nueva Joya. En este espacio, compartió un mensaje de fe y reflexión con los privados de libertad, un acto que se alinea con la etapa más espiritual y personal que ha mostrado en los últimos años de su carrera.
Este tipo de acciones revelan un interés por entender las distintas realidades del país, más allá del entretenimiento y los escenarios.
La conexión de Farruko con el público panameño también se vivió de forma espontánea. Una noche, un simple paseo en moto por la Vía Israel se transformó en una masiva caravana de motorizados que se le unieron en el recorrido, una escena que el propio artista compartió con emoción en sus redes.
La visita de Farruko a Panamá ha sido un reflejo de su evolución como artista y persona. Su agenda, que combinó la creación musical con el apoyo a nuevos talentos, la inmersión en culturas ancestrales y un acercamiento a la realidad social, demuestra que su aprecio por el país es profundo y multifacético.