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¿Usas "por favor" con ChatGPT? Este error "educado" eleva costos sin que lo sepas. Entiende el impacto de los tokens y la IA.
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Por: Equipo de redacción
En la era digital actual, interactuar con inteligencia artificial (IA) como ChatGPT se ha vuelto casi cotidiano para muchos. Le pedimos ayuda con tareas, que nos explique conceptos complejos o simplemente conversamos.
Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar si tus modales digitales, como decir "por favor" y "gracias", tienen algún impacto más allá de la cortesía?
Según Sam Altman, CEO de OpenAI (la compañía detrás de ChatGPT), la respuesta es un sorprendente sí. Ser amable con la IA no es técnicamente "gratis".
Aunque no verás un cargo extra en tu cuenta por añadir estas palabras, sí generan un costo computacional real para la infraestructura que soporta estas poderosas herramientas.
Cuando Altman menciona que la cortesía "cuesta más", no se refiere a una tarifa directa para el usuario final en la mayoría de los casos, especialmente en los planes gratuitos. Se refiere al consumo de recursos computacionales.
Cada interacción con un modelo de lenguaje grande (LLM) como ChatGPT requiere una cantidad significativa de procesamiento. La IA debe leer tu instrucción (el "prompt"), entenderla y generar una respuesta coherente. Este proceso consume energía eléctrica, tiempo de procesamiento en servidores especializados y utiliza hardware costoso.
Añadir palabras, incluso si son solo por cortesía, incrementa la longitud del prompt. Y un prompt más largo, por regla general, requiere un poco más de trabajo por parte de la IA.
Para comprender mejor por qué cada palabra cuenta, necesitamos hablar de "tokens". En el mundo de los LLM, el texto no se procesa palabra por palabra exactamente como lo leemos. Se descompone en unidades más pequeñas llamadas tokens.
Un token puede ser una palabra completa, parte de una palabra, un signo de puntuación o incluso un espacio. Por ejemplo, la palabra "inteligencia" podría dividirse en tokens como "inteli", "gen", "cia". Palabras comunes como "por", "favor", "gracias", "hola" también son tokens.
El modelo de IA procesa la información basándose en estos tokens. Cuantos más tokens haya en tu prompt, más unidades de información tendrá que procesar la IA para entender tu solicitud y generar la respuesta. Es una relación directa: más tokens = más cómputo.
Aunque el costo adicional por unas pocas palabras de cortesía en un solo prompt es minúsculo, debemos pensar a escala. ChatGPT y otras plataformas similares manejan millones, si no miles de millones, de interacciones diariamente en todo el mundo.
Ese pequeño costo adicional por prompt, multiplicado por un volumen masivo de usuarios, se traduce en un gasto energético y de recursos considerable para la empresa proveedora como OpenAI.
Es un factor que deben considerar en la eficiencia operativa y en la sostenibilidad económica de ofrecer estos servicios, especialmente las versiones gratuitas.
Para usuarios en planes de pago que funcionan bajo modelos de "pago por token", este costo sí puede ser más directo, aunque generalmente sigue siendo muy bajo por prompt individual.
La revelación de Altman no es un llamado a ser descorteses con las máquinas. El objetivo principal parece ser ilustrar un aspecto técnico interesante sobre cómo funcionan estos sistemas y la eficiencia computacional involucrada.
En la práctica, la claridad y la precisión en tus prompts suelen ser más importantes para obtener buenos resultados que la simple brevedad extrema. Si añadir un "por favor" ayuda a estructurar mejor tu petición o simplemente forma parte de tu estilo de comunicación, el impacto en el costo es marginal a nivel individual.
Sin embargo, sí es un buen recordatorio de que la concisión tiene valor en la interacción con la IA. Evitar redundancias innecesarias o información superflua puede hacer tus prompts más eficientes, tanto para la máquina como para ti al obtener respuestas más enfocadas.
Este detalle sobre la cortesía y los tokens es una ventana a un desafío mucho mayor en el campo de la inteligencia artificial: la eficiencia energética y computacional. Entrenar y operar modelos de lenguaje grandes consume enormes cantidades de recursos.
La próxima vez que escribas "gracias" al final de tu consulta a ChatGPT, recuerda esta curiosidad tecnológica.
Es un fascinante recordatorio de que en el complejo mundo digital, incluso los detalles más pequeños, como una palabra amable, tienen un correlato físico en términos de procesamiento y recursos.
No necesariamente cambiará cómo usas la IA, pero te da una nueva perspectiva sobre la impresionante y costosa maquinaria que opera silenciosamente detrás de la interfaz de chat.