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La composición de la nueva lista apunta a una mayor diversidad, con aumentos en la representación femenina y de minorías subrepresentadas.
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Por: Equipo de redacción
Karla Sofía Gascón, actriz española nominada al Oscar a mejor intérprete por el musical Emilia Pérez de Jacques Audiard, no recibió la invitación oficial para formar parte de la Academia de Hollywood.
La institución anunció el jueves 26 de junio de 2025, la incorporación de 534 nuevos miembros, marcando su mayor ampliación desde 2020, pero, a pesar de la costumbre de incluir automáticamente a los nominados, la Academia no envió la invitación a la actriz, primera mujer transgénero nominada en su categoría en los premios Oscar.
Los estatutos de la Academia de Hollywood señalan que los nominados a los premios son "automáticamente considerados para la membresía y no necesitan patrocinadores"; sin embargo, esta consideración no implica una invitación garantizada, lo que en el caso de Gascón se tradujo en una inesperada exclusión.
La omisión contrasta con la inclusión de otras actrices nominadas este año, como Mikey Madison y Fernanda Torres, quienes recibieron la invitación o ya forman parte de la organización.
Entre los nuevos miembros de nacionalidad española figuran el director Albert Serra y el director de fotografía Gorka Gómez Andreu, que sí fueron invitados a integrar la Academia.
En la selección de este año también aparecen figuras internacionales de relevancia, presentadores recientes de la gala como Conan O'Brien y Jimmy Kimmel, así como ejecutivos y representantes influyentes en la industria.
La nueva lista se caracteriza por una presencia significativa de profesionales no estadounidenses, con integrantes de 60 países y territorios diferentes, por lo que si todos los invitados aceptan la invitación, la Academia sumará 11.120 miembros, según las estimaciones de The Hollywood Reporter.
La revisión de la lista evidencia un intento de diversificar la composición de la Academia: el 41% de los nuevos miembros son mujeres, el 45% pertenece a comunidades subrepresentadas y el 55% reside fuera de Estados Unidos.
Estos datos buscan responder a la demanda de mayor pluralidad en la industria cinematográfica internacional.
El caso del cineasta palestino Hamdan Ballal, también incluido en la tanda de nuevos miembros, pone de relieve tensiones entre la representación y la respuesta institucional.
Ballal, distinguido horas antes con el Oscar al mejor documental por No Other Land, fue golpeado y detenido en Israel poco después, y la Academia afrontó críticas por no condenar públicamente el hecho.
La exclusión de Karla Sofía Gascón de la lista de nuevos académicos adquiere mayor trascendencia por el contexto reciente, dado que su nominación a mejor actriz por Emilia Pérez supuso un hito para la representación trans en Hollywood, destacando avances en materia de diversidad para la industria.
La actriz, sin embargo, enfrentó una intensa campaña en redes sociales tras la aparición de antiguos mensajes racistas en la red X. El episodio provocó que se alejara de la temporada de premios y originó un debate sobre el impacto de la cultura de la cancelación y las presiones sociales sobre la continuidad de figuras públicas.
Gascón denunció haber sido el blanco de una “campaña de odio” que marcó su presencia durante la entrega de premios.
El desarrollo de estos hechos y la reacción pública parecen haber influido en la decisión de la Academia, que finalmente no incluyó a Gascón pese a la nominación.
La decisión en torno a la exclusión de Gascón refleja las dificultades de la Academia para navegar entre políticas de diversidad y demandas de transparencia.
Aunque la ampliación de miembros y el incremento de la representación femenina y de minorías constituyen un avance, aún existen límites y contradicciones en los criterios de selección.
El caso de Karla Sofía Gascón reabre el debate sobre el peso de las controversias y la presión mediática frente a méritos artísticos, en un momento en el que la industria busca redefinir sus estándares de diversidad e inclusión.